La aventura de hacer un cortometraje siendo joven

Escribir, dirigir, producir, interpretar, editar. Todos ellos son verbos que se conjugan igual a la hora de hacer un cortometraje. Este es uno de los vehículos de expresión habituales entre los que empiezan a abrirse paso en el mundo del cine o el teatro. Sin duda, el reto de emocionar e impactar al espectador en pocos minutos pone a prueba la originalidad, capacidad y talento del que se atreve a iniciar esta aventura. El espectador es el gran beneficiado al degustar una píldora concentrada de historias e imágenes fascinantes.

Aunque su duración habitual oscila entre los 2 y los 30 minutos, ya sabéis que en No Te Cortes limitamos a 20, para facilitar la tarea de visualización (no somos muchos) y potenciar vuestra destreza a la hora de condensar las historias. La principal ventaja que siempre hemos creído encontrar en los cortos es la posibilidad de abordar temas que habitualmente no se tratan en producciones más largas, el escaso presupuesto necesario para abordar las historias (lo que importa es un buen guión), y las reglas en permanente construcción que hacen posible experimentos interesantísimos rodados con todo tipo de dispositivos (desde móviles hasta cámaras en HD).

El tema de los gastos de rodaje ha sido el gran beneficiado con la llegada de las actuales tecnologías digitales. En el lado opuesto, uno de los grandes problemas que siguen existiendo es la falta de un mercado claramente definido para estos proyectos. En el circuito habitual apenas entran (se prefiere la publicidad antes de las películas -las razones son fáciles de intuir y hasta cierto punto comprensibles- que los cortometrajes) y la mayor parte de las veces quedan como “trabajo de fin de curso” o como meras prácticas para seguir aprendiendo, a la vez que se disfruta con un grupo de amigos.

No Te Cortes nació precisamente para eso, apoyar a los jóvenes en sus inquietudes creativas, dar herramientas, consejos y poner a vuestra disposición profesionales que puedan asesoraros; difundir vuestros trabajos en el mayor número posible de sitios, poneros en contacto con actores y directores que ya han alcanzado cierta notoriedad y, por supuesto, no olvidar el valor que tiene el cortometraje para dar voz a los que nunca la tienen o para reivindicar mejoras sociales. El corto también es un excelente vehículo para acercar la cultura  a las personas que menos pueden disfrutarla, a este y al otro lado del océano.

Somos uno más entre los múltiples festivales, certámenes, concursos y programas que han surgido en torno a este género, pero el único (o uno de los pocos) que apuesta 100% por el talento de los adolescentes de entre 11 y 22 años.

Por eso creemos que merece la pena no cerrar la persiana, que permanece abierta las 24 h del día. Por eso y por la pasión que demuestran nuestros colaboradores y, sobre todo, la pieza fundamental en torno a la que gira este proyecto: VOSOTROS. Reuniones como la que mantuvimos la pasada semana con dos jóvenes de 18 años participantes en anteriores ediciones que se acercaron a compartir ideas e ilusiones ayudan a seguir la marcha y continuar aprendiendo.

¡Ánimo, deseamos que nos sigáis inundando la bandeja de entrada! Felices días

Probablemente el cortometraje más famoso de la historia sea Un perro andaluz, escrito y dirigido por dos jóvenes que a lo mejor os suenan: Luis Buñuel y Salvador Dalí.

Otros muchos directores grabaron este tipo de propuestas con edades parecidas a las vuestras, mucho antes de ser famosos:

Amblin’ (Steven Spielberg con 22 añitos -habría podido entrar a competición :)- igual que…

The Hearts of Age (Orson Welles con 19)

Day of the fight (Stanley Kubrick con 22)

Herakles (Werner Herzog con 20)

The Big Shave (Scorsese con 25)

Electronic Labyrinth THX 1138 4EB (George Lucas con 23)

The Grandmother (David Lynch con 24)

Vincent (Tim Burton con 24 años)

Xenogenesis (James Cameron con 24)

¿Quién sabe? A lo mejor vosotros sois los siguientes de esta lista…  ¡Adelante con vuestras ideas!

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Imagen: Producciones Tuelf

Texto: Lorenzo Soto (NTC)